miércoles, 28 de diciembre de 2011

Amor a primera sonrisa...

Comenzaba el año 2007.  Estado civil de ese entonces: No quiero volver a saber de los hombres... y tiene toda lógica, luego de haber vivido cuatro años de mi vida con un sujeto que salió prostituto, drogadicto y loco...

En fin, el caso es que en Enero de 2007, cuando yo tenía claro que no quería saber de noviazgos, relaciones, etc, una gran amiga me dijo: Conocí a un chico que es tal como tu lo has soñado toda la vida... Yo por supuesto lo primero que le dije fue... "No me jodás" ... sin embargo, el día de su cumpleaños, me tendió una especie de trampa que me cambió la vida...

La trampa consistió en citarlo en el lugar donde estaríamos nosotras, las amigas que festejaríamos el cumple de Diana (así se llamaba esta Celestina recién estrenada).  Me lo presentó, él sonrió, y sólo con eso el corazón me empezó a latir tan fuerte que estuvo a punto de salirse ahí, en frente de todos... me encantó particularmente la expresión de sus ojos al reírse... era un niño rebelde, cuya sonrisa se me grabó desde ese momento y para siempre en la mente y el corazón...

Lo mejor de ese momento es que el clic fue mutuo, me buscó, hizo todo para que yo volviera a creer que era posible ser feliz, y lo fui, fui la mujer más feliz del mundo... compartimos tantos momentos, tantas sonrisas, tantas canciones, tantos sueños, que era imposible no sentir que flotaba todo el tiempo. Digamos que su sonrisa logró hacer que renaciera de nuevo y se me contagiara a mi...

Sin embargo todo cambió al tiempo... creo que tanta dulzura de mi parte estuvo a punto de darle diabetes, se cansó de mi, aunque yo, no de él... luego vino lo que siempre viene..."no eres tu, soy yo..." casi me muero, pero lo veía venir, sin embargo presentirlo es diferente a vivirlo, presentirlo es como tener un cuchillo en la mesa a punto de clavarse, y vivirlo es el momento justo en que ese cuchillo te atraviesa las entrañas.

Ha pasado tanto tiempo... han pasado personas, han pasado momentos y situaciones. He intentado y he dejado de intentar también sacarlo de mi vida para siempre.  Sin embargo cada vez que siento que ya soy libre, el destino, Dios, el diablo, o alguna fuerza poderosa me lo atraviesa de nuevo en el camino. Siento cuando lo veo una especie de imán, que nos empuja el uno al otro.  Sus besos, son una manera de renovar el espíritu, porque si, nos vemos y sin importar cuanto tiempo haya pasado, nos besamos, mucho...no pasa nada más, porque no me siento capaz, porque siento que el amor que nos une es más fuerte que todo, porque hacemos el amor, sólo con besos y abrazos...yo no necesito nada más para saber que el dueño de esa sonrisa, será también el dueño de este corazón, lastimado, lleno de cicatrices, pero que aún vive...

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