martes, 27 de diciembre de 2011

Otro día de 1997...

Escribí esto...

Estaba un día sentada, esperando que apareciera alguen con tus ojos, alguien que me aceptara y me quisiera como soy.  Y pasó el día, pasó la noche, una semana, un mes, y yo seguía sentada, en aquel parque, en la silla blanca al lado del teléfono público, viendo pasar el tiempo sin encontrar lo que tanto buscaba, y yo, seguía ahí, dispuesta a esperar; pero me cansé, seguía sola, con hambre y sed de aquella cosa extraña que algunos llamaban amor, esos algunos, son los que supuestamente lo conocían y lo habían encontrado.  Entonces decidí pararme de la silla blanca...odiaba aceptar que me daba por vencida, hasta que al final lo hice... camíné cuadras, con la esperanza de que en aquel tiempo que estuve sentada, estuviese alguien en casa añorando mi presencia, quien fuera, aunque no lo conociera, alguien que me diera magia, alguien que me amara.  Pero llegué y no había nadie, no había nada, sólo yo bajo el marco de la puerta percibiendo que aquel silencio que sentía era la misma rutina que siempre había vivido y de la que intenté escapar en aquel parque.  Y bueno, sólo me quedaba elegir entre la eterna y única opción que siempre me había tocado como destino, vivir mi vida sola, sin nadie a mi alrededor.  Pero llegaron tus ojos, que aunque de mentiras, era lo único que me quedaba, entonces me di cuenta de que no llegaste a mi vida, sino directamente a mi imaginación y a mis sueños.  ¿Escapar de la realidad? tal vez, pero aquella realidad de la que estaba huyendo, es la que me tiene aquí, intentando demostrarle a todos que no estoy loca, sino cansada de no tener nada...

Es increíble que 14 años después siga sintiéndome igual... y pienso, será que nunca maduré?

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