Cuando pienso en el verdadero amor sólo una cosa se me viene a la cabeza: Mi familia. A veces no puedo creer cuanto amor hay entre nosotros, cuantos sentimientos enormes compartimos cada día, cuan pendientes estamos unos de otros, y es ahí donde se hace imposible no creer en Dios!
Hoy me levanté pensando en este tema, porque aunque agradezco cada día que puedo compartir con todos, se que es inevitable que algún día alguno se adelante en el camino (incluso yo misma), como ocurrió con el papá de mi gran jefe. No se si estaré lista para vivir sin alguno, por eso, cada día, les recuerdo cuánto los amo, y lo feliz que me hace que estén conmigo.
Creo que no puedo ser más bendecida porque tengo una familia preciosa, y sobre todo, el gran Dios, pensando siempre en darme una segunda oportunidad, me ha mandado a Simón, el dueño de mi corazón, mi rayito de sol! Gracias Dios por permitirme ser la tía más orgullosa y feliz, por darme ese ser de luz que ha llenado mi corazón con su sonrisa, su mirada, y sus cacheticos propios de un Velásquez! Gracias Dios por completar el gran regalo que me diste de llegar a la familia a la que llegué con mi Simón, por permitirme revindicarme con la vida a través de todo el amor que me despierta él, y yo, espero estar a la altura para responder con todo a esa segunda oportunidad!
El verdadero amor existe, y se llama Familia.... Velásquez Marín-Carmona, y yo, soy la más afortunada por pertenecer a ella!! entonces...Gracias Dios por permitirme conocer el verdadero amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario