miércoles, 18 de mayo de 2011

Un candadito en el corazón...

Mientras más pasa el tiempo, más me convenzo de que  la naturaleza del hombre, es decir, de estos sujetos de género masculino que tienen dos cabezas, y de las cuales ninguna sirve para pensar, es maligna y vulgar, lo que me  ha llevado a tomar la decisión de ponerme un candadito en el corazón...

Porque no estoy dispuesta a que nadie entre en él de nuevo, está lo suficientemente lastimado como para darme el lujo de permitir una herida más...

Lo más triste de todo, es que hoy, más que nunca, me doy cuenta de que el gen de la maldad, que consiste nada más y nada menos que en esta necesidad de dañar a la gente que los ama de corazón, llámese mamá, papá, hermana, esposa, hijo, es como un diario afán de buscar sabotear la felicidad de la gente que incondicionalmente los rodea y la felicidad propia para ir detrás de caprichos sin valor, que lejos de aportar algo a sus vidas, las empeoran sin remedio...No sé si todos son iguales, al menos la mayoría si, y tristemente dentro de esta mayoría está gente que NO por elección me rodea, pero que lamentablemente hace parte de mi vida...

El final de todos los hombres que conozco con el gen de la maldad, es decir, casi todos, es la soledad, el vacío en el alma que no se llenará nunca con  mugrosas que no tienen vergüenza alguna, pero que finalmente son de la misma calaña,  y cuya compañía lo único que hace es recordar lo que alguna vez tuvieron y que para desgracia suya, nunca más volverá...por mucho que lo intenten, por mucho que insistan...

Este gen de la maldad es de verdad incomprensible, les hace mentir con una facilidad descarada, hace de ustedes unos seres vulgares e impresentables... pero queridos hombres (lo de queridos lo digo por ser amable) quiero contarles que la confianza perdida nunca se recupera, que el amor pisoteado, nunca vuelve, y que la familia que por tontos perdieron (y en familia incluyo los miembros anteriormente mencionados pero repito por si las dudas:  mamá, papá, hermana, esposa, hijo) una vez agotan el último cartucho de esperanza y de FE en ustedes, cierran sus puertas PARA SIEMPRE!

Hoy he decidido no sólo ponerle un candadito a mi corazón, sino que he reforzado su seguridad tirando la llavecita al mar...

4 comentarios:

  1. Hoy al leer a Corbacho, vi que recomendo tu blog, y no se equivoco, esta bueno... saludos.

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  2. Gracias Gianfranco, la verdad lo hizo de malo porque a mi me da mucha pena y la verdad sólo lo había compartido con él!Era hasta hoy como un diario íntimo! jajaja pero mil gracias, que lindo! Me halaga mucho tu comentario! Besos!

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  3. Martina, concuerdo con Gianfranco, escribes muy bonito :-)

    Muy cierto, aquellos que tienen ese gen morirán en soledad pero porque ellos lo quisieron! Triste pero cierto. Saludos.

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  4. Ayy gracias chicos, bueno, qué les puedo decir, gracias por sus comments! A mi me encantan los suyos! Beso!

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